A medida que se acerca septiembre, las empresas se preparan para un regreso lo más completo posible a su actividad normal, pero lo cierto es que lo hacemos sin poder despojarnos todavía de la incertidumbre de la pandemia. La realidad ha cambiado y hemos de adaptarnos a los cambios, cambiando la forma en la que atendemos a nuestros clientes. Ofrecer una experiencia de marca agradable ya no es suficiente, ahora hemos de ofrecerle también una experiencia basada en la seguridad y la higiene. Y además, en este paraguas de la seguridad hemos de incluir con mayor intensidad que nunca, a nuestros empleados.

Para ello necesitamos, por ejemplo, tener bien planificados nuestros planes de higiene o protocolos de accesos a la empresa entre otras cuestiones algo que además de garantizar la higiene y la seguridad, proporcionará esa percepción a los usuarios.

Contar con proveedores confiables es más importante que nunca para ayudar a mantener y garantizar esa calidad, higiene y seguridad, y es aquí donde Disserra añade valor a sus clientes. Estamos ayudando a decenas de empresas a elaborar e implementar procesos, proveer en plazo productos necesarios para protegernos de la pandemia, contando siempre con la documentación necesaria.

Las empresas responsables son las que se preocupan por hacer las cosas bien y causar un impacto positivo. Ahora, todos tenemos la responsabilidad de comprometernos más con ello. Es tan sencillo como lo que aquí exponemos. Porque en esta situación, cada uno de nosotros, cada empresa puede aportar algo al conjunto, para ser parte de la solución y no del problema. Porque es la manera real de ayudar a la sociedad, de no olvidar el sacrificio que supuso el inicio de esta pandemia y la labor heroica de los sanitarios.

Nuestro futuro depende de ello.