7 malos hábitos de limpieza a erradicar para mejorar resultados y ahorrar tiempo y dinero
Sin lugar a dudas, la limpieza es un punto imprescindible para mantener un espacio seguro y acogedor, pero ¿lo hacemos realmente bien?

Te invitamos a descubrir los 7 hábitos de limpieza erróneos que nos hacen trabajar más y obtener peores resultados para que así puedas evitarlos y ahorrar tiempo y dinero.
Seguro que con unos sencillos ajustes, mejoraremos resultados. Estos son los malos hábitos que recomendamos cambiar:
1.- No seguir un protocolo de limpieza
Para optimizar la limpieza, lo mejor es establecer un plan y seguirlo, porque puede ocurrir que ensuciemos unos elementos al limpiar otros. Por ejemplo, si empezamos limpiando el suelo, volverá a ensuciarse al limpiar otros elementos por eso lo mejor es comenzar por las zonas más cercanas al techo e ir bajando.. La limpieza e higiene del suelo debe ser la última acción, ya que gran parte del polvo que hayamos quitado de otros lugares irá a parar ahí, finalizando con los pasillos y zona de entrada. En Disserra podemos prepararte el protocolo de limpieza más eficiente para tu empresa en particular, tan solo tienes que contactarnos a través de los datos que te proporcionamos al final de este artículo.
2.- No dejar actuar los productos
Uno de errores más comunes es el de no dejar actuar el tiempo necesario a los productos de limpieza. Por eso es importante leer las etiquetas y fichas técnicas de los productos para conocerlos bien, ya que algunos necesitan que esperemos unos minutos para que las sustancias hagan su efecto antes de aclararlos o quitarlos con la bayeta. Uno de los ejemplos más habituales es el caso de los desinfectantes, tendemos a echarlo y limpiarlo inmediatamente después; sin embargo, hay que dejarlo actuar unos minutos para que haga efecto.
3.-Sobrecargar de producto
Otra tendencia que lastra el trabajo es sobrecargar de producto algo que tampoco funciona y dificulta la eliminación posterior. Las dosis recomendadas en las especificaciones técnicas son suficientes para dejar la superficie perfecta. Ocurre lo mismo con lavadoras y lavavajillas por ejemplo, lo que no es más que un desperdicio de producto.
4.- Sobrecargar las máquinas
El llenado de lavavajillas y lavadoras es otro punto crucial para obtener buenos resultados. En momentos de máxima concurrencia puede que la máquina se nos quede pequeña, por lo que tendemos a meter más cubiertos o más ropa de la que deberíamos. Este error provoca que las máquinas no limpien del todo bien y haya que repetir la labor, lo que es una pérdida de tiempo y dinero.
5.-No limpiar las herramientas
Limpiar con lo que limpiamos. Si queremos limpiar de forma eficaz, es muy importante utilizar objetos que nos ayuden a realizarlo de forma sencilla e higiénica. Hay que que cambiar los estropajos lavar los paños y limpiar el resto de herramientas para evitar expandir la suciedad en vez de eliminarla. Además, hemos de guardarlas separadamente.
6.- Usar los mismos utensilios para todo
Con este nefasto hábito solo conseguiremos esparcir la suciedad y las bacterias a nuestro paso. Es recomendable también usar diferentes paños para los distintos elementos de cada estancia, ya que hay algunas zonas que tienden a acumular más gérmenes.
7.- Los grandes olvidados
Los interruptores de la luz, las manillas de las puertas o los zócalos, son ejemplos de elementos que suelen olvidarse en la limpieza y que son importante puntos de acumulación de suciedad y gérmenes .
Si tienes dos minutos más, puede complementar esta lectura con este otro artículo en el que hablamos acerca del control de los virus en las empresas. Puedes leerlo AQUÍ. Y si quieres conocer más sobre lo aquí expuesto, no dudes en contactar con nosotros en el 974 471 480 o en disserra@disserra.com.